Presentación
A orillas del mar Egeo, en la Costa Turquesa del suroeste de Turquía, está el pequeño pueblo de Ölüdeniz, perteneciente a la provincia de Mugla. Con la llegada del buen tiempo se convierte en uno de los centros turísticos más destacados del país, ya que son muchos los visitantes que acuden hasta allí para disfrutar de sus magníficas playas. Y es que junto a Ölüdeniz hay un lugar único en el mundo, la llamada Laguna Azul, una reserva natural de impresionante belleza. El color azul de sus aguas es tan intenso y especial, que sorprende a cuantos la visitan. La belleza del lugar y el benigno clima mediterráneo de la zona, con veranos calurosos y soleados e inviernos templados y húmedos, convierten a esta parte de Turquía en uno de los destinos favoritos para el turismo de playa.
La localidad de Ölüdeniz pertenece (de mayor a menor) a la región Ege, a la provincia Muğla y al distrito Fethiye.
La página web de Ölüdeniz es http://www.oludeniz.bel.tr
Visitas destacadas
Es la razón de ser de Ölüdeniz, la laguna que le de vida y relevancia a esta pequeña población repleta de hoteles y alojamientos para turistas. Y no es para menos, ya que la belleza del lugar es realmente impresionante. La Laguna Azul es una reserva natural que, como el tesoro que es, se encuentra bastante protegida por el organismo competente en el país. Así, para visitarla, es necesario respetar ciertas normas. La laguna y la playa se cierran por la noche, alrededor de las 18.00, y para entrar a la reserva hay que hacer una pequeña aportación económica de 0,36 euros que da derecho a disfrutar del paraíso durante todo el día. Además, no se permite la práctica de deportes náuticos motorizados. Estas medidas, junto a otras recomendaciones, pretenden mantener el área en su estado original, asegurando que su belleza se conserva con el paso del tiempo. La playa de la laguna es de aguas muy tranquilas, como son en general las playas de la zona, y como es poco profunda, resulta perfecta para los niños. La playa cuenta con todos los servicios necesarios para pasar un buen día, como restaurantes, bares o alquiler de tumbonas y sombrillas.
Ölüdeniz significa literalmente mar muerto y, cuando el visitante llega a la playa, se da cuenta de lo acertado del nombre ya que las aguas de esta parte del Egeo suelen estar en una calma total. La playa de Ölüdeniz es bastante larga, con más de cinco kilómetros de longitud, y muy especial por el azul transparente del agua. Dadas sus grandes dimensiones, no se masifica a pesar de los muchos bañistas que acuden a disfrutar de ella. Hay que decir que el acceso a la playa es gratuito, aunque sí se alquilan, previo pago de una tarifa, tumbonas y sombrillas. También se pueden alquilar canoas para dar un paseo remando por el mar. Si se acude a esta playa en temporada alta, conviene no llegar demasiado tarde, ya que aunque la playa es lo suficientemente grande como para acoger a todos aquellos que acuden hasta allí, los accesos sí suelen atascarse. Lo mejor en esos casos es llegar a la playa a pie. Uno de los espectáculos más característicos cuando uno está tumbado en la arena es ver cómo aterrizan allí los aficionados al parapente, que vuelan desde el monte Babadağ, justo detrás de la playa.
Los apasionados del senderismo encontrarán en Ölüdeniz un interesante aliciente para visitar la ciudad, y es que allí se inicia la Ruta Licia, un sendero de largo recorrido, con más de 500 kilómetros de longitud, que atraviesa Turquía y llega hasta Hisarcandir, a unos 20 kilómetros de Antalya. Es tal su belleza y la particularidad de su recorrido que ha sido catalogado en múltiples ocasiones como uno de las rutas de senderismo más destacadas del mundo. Todo el camino se encuentra adecuadamente señalizado con marcas rojas y blancas. La Ruta Licia, que ha adoptado el nombre de una antigua civilización que dominó la zona, está clasificada como de nivel medio-duro, ya que tiene numerosas subidas y bajadas. Es más fácil en su primer tramo en las inmediaciones de Ölüdeniz, y se va complicando a medida que avanzan los kilómetros. Se recomienda hacer la ruta en primavera u otoño, cuando las temperaturas son agradables, ya que el verano es excesivamente caluroso para este tipo de actividad. La Ruta Licia no es un lugar indicado solamente para expertos senderistas. Es también una opción más que recomendable para todos aquellos visitantes que simplemente quieren dar un corto paseo y admirar el paisaje de la zona.
Pasar unos días en Ölüdeniz es todo un lujo para el cuerpo y la mente. Y, además de relajarse en sus paradisíacas playas, existen otras cosas que se pueden hacer, y otros lugares para visitar. Uno de ellos es el monte Babadağ, junto a la ciudad, en el que además de disfrutar del bello paisaje montañoso de la zona, es posible practicar actividades tan emocionantes como el parapente. De hecho, son muchos los turistas que deciden probar la experiencia. Además de disparar la adrenalina, es una estupenda manera de contemplar el paisaje impresionante tanto de la Laguna Azul, como de las montañas y valles cercanos. Así, y por sus excepcionales condiciones para la práctica de este deporte, Ölüdeniz se ha convertido en el paraíso para los amantes del parapente. En la ciudad existen numerosas empresas que ofrecen a los turistas la posibilidad de practicar parapente en el monte Babadağ. Al contrario de lo que pudiese parecer, no se requieren condiciones especiales para realizar esta actividad, y por lo general resulta bastante seguro. La montaña Babadağ tiene la altura perfecta y las corrientes térmicas propicias para que el vuelo se desarrolle sin problemas. Durante la temporada alta, de abril a noviembre, son muchas las empresas que organizan este tipo de actividades. Se encargan de los traslados en vehículo todoterreno, del material y los pilotos. El coste de un vuelo de 25 minutos como mínimo está aproximadamente en unos 83 euros.
Telmeso fue una ciudad portuaria que estuvo bajo el dominio de numerosos pueblos y civilizaciones de la Antigüedad, desde que en el siglo IV a. C. fuese conquistada por el imperio aqueménida. Hoy conserva algunos restos arqueológicos que bien merecen una visita, si uno está pasando unos días en Ölüdeniz. Volviendo al pasado histórico de Telmeso, la ciudad fue dominada por Alejandro Magno, licios, sátrapas, romanos, bizantinos y árabes, entre otros. En la actualidad el área arqueológica de Telmeso es conocida por sus tumbas excavadas en un acantilado rocoso, como la llamada Tumba de Amintas, que está datada en el siglo IV a.C. Destaca su fachada, que se inspira en la decoración de un templo jónico, ya que muchas de estas tumbas pretendían asemejarse a los templos helenísticos.
Aunque las guerras y los terremotos que se han producido en la zona han destruido la mayoría de los restos arqueológicos, las tumbas excavadas en la roca han sobrevivido al paso de los años y a estos acontecimientos.
En el año 1992, unas excavaciones descubrieron un teatro de finales del período helenístico. Las investigaciones indicaron que había sido restaurado por los romanos, utilizado entre los siglos III y IV, y después abandonado en el siglo VII cuando los árabes llegaron a la zona.
Este antiguo e histórico pueblo de pescadores y enclave comercial de la zona durante siglos, es hoy un centro turístico en toda regla, gracias a la belleza de la cercana Ölüdeniz, situada a unos 14 kilómetros de distancia. Fethiye, con su entramado de callejuelas, las tiendas del casco antiguo y el mercado que se celebra todos los martes (muy concurrido y frecuentado tanto por lugareños como por turistas), destila sabor turco por los cuatro costados. Es un lugar ajetreado y con una divertida vida nocturna. Para llegar hasta Fethiye desde Ölüdeniz se puede tomar el dolmus, el minibús público del lugar.
Una recomendable excursión desde Ölüdeniz lleva al visitante hasta Faralya y el Valle de las Mariposas, a unos 15 kilómetros al sur. Se trata de un cañón con acantilados que discurre junto a la costa, creando un paisaje realmente espectacular en el que hay más de 60 especies diferentes de mariposas, algunas realmente raras. Incluso se creó un pequeño museo que ofrece información sobre las mismas. El pequeño pueblo de Faralya también merece una visita, por sus preciosas casas y sus jardines orientados al valle. Este lugar es relativamente desconocido, ya que las visitas al mismo comenzaron hace no más de 20 años, siendo hasta entonces un paraje casi virgen. Para llegar hasta el valle desde Ölüdeniz se puede ir en barco o minibús.
No muy lejos de Ölüdeniz se encuentra la villa de Kaya, un pueblo antaño abandonado que está rodeado por un increíble paisaje natural. Después de pasear y explorar la zona, el visitante puede relajarse tomando un tentempié en alguno de los cafés y restaurantes del pueblo. Cuando en 1923 fue abandonado, Kaya tenía en torno a 25.000 habitantes. Hoy solamente se cuentan en 2.000 sus moradores. Entre las excursiones y actividades que pueden realizarse allí, destaca la visita a la aldea griega abandonada de Levessi, o las excursiones a caballo o en bicicleta por la zona.
Está a sólo 4 kilómetros de Ölüdeniz y, como éste último, es un centro turístico importante, con diversos hoteles y restaurantes. Su impresionante paisaje de montaña lo hace merecedor de una visita, sobre todo para aquellos que deseen pasear al aire libre. La Ruta Licia, que arranca en Ölüdeniz, pasa también por Ovacik y brinda el escenario perfecto para una excursión de senderismo. Uno de los rasgos característicos de Ovacik es que en el pueblo corre siempre una agradable brisa marina, lo que en los calurosos veranos se convierte en todo un aliciente.
¿Cómo llegar?
El aeropuerto más cercano para llegar a Ölüdeniz por aire es el de Dalaman, que se localiza a unos 35 minutos en coche.
El trayecto desde el aeropuerto hasta la ciudad es muy especial, ya que discurre entre montañas. Existe un servicio de autobuses que conecta Ölüdeniz con el aeropuerto, que funciona con eficacia y bastante frecuencia. Otra opción es coger un taxi, aunque no es la alternativa más económica (el trayecto puede costar unos 85 euros).
Llegar a Ölüdeniz en coche no reviste ninguna dificultad, ya que está conectada a Fethiye por una autovía moderna y en muy buen estado. Por lo que siempre es una opción alquilar un coche. En el aeropuerto hay muchas empresas de alquiler de vehículos. También se puede llegar desde Fethiye en dolmus o minibús, un medio de transporte rápido y muy práctico.
Debido a la orografía de la zona, no existe una red de ferrocarril que permita llegar a Ölüdeniz en tren. Las altas montañas, que superan los 2.000 metros de altitud en muchos lugares, lo impiden. De hecho, la estación de tren más cercana se encuentra en Burdur, a unas tres horas de distancia en coche.
Presentación
A orillas del mar Egeo, en la Costa Turquesa del suroeste de Turquía, está el pequeño pueblo de Ölüdeniz, perteneciente a la provincia de Mugla. Con la llegada del buen tiempo se convierte en uno de los centros turísticos más destacados del país, ya que son muchos los visitantes que acuden hasta allí para disfrutar de sus magníficas playas. Y es que junto a Ölüdeniz hay un lugar único en el mundo, la llamada Laguna Azul, una reserva natural de impresionante belleza. El color azul de sus aguas es tan intenso y especial, que sorprende a cuantos la visitan. La belleza del lugar y el benigno clima mediterráneo de la zona, con veranos calurosos y soleados e inviernos templados y húmedos, convierten a esta parte de Turquía en uno de los destinos favoritos para el turismo de playa.
La localidad de Ölüdeniz pertenece (de mayor a menor) a la región Ege, a la provincia Muğla y al distrito Fethiye.
La página web de Ölüdeniz es http://www.oludeniz.bel.tr
Visitas destacadas
Es la razón de ser de Ölüdeniz, la laguna que le de vida y relevancia a esta pequeña población repleta de hoteles y alojamientos para turistas. Y no es para menos, ya que la belleza del lugar es realmente impresionante. La Laguna Azul es una reserva natural que, como el tesoro que es, se encuentra bastante protegida por el organismo competente en el país. Así, para visitarla, es necesario respetar ciertas normas. La laguna y la playa se cierran por la noche, alrededor de las 18.00, y para entrar a la reserva hay que hacer una pequeña aportación económica de 0,36 euros que da derecho a disfrutar del paraíso durante todo el día. Además, no se permite la práctica de deportes náuticos motorizados. Estas medidas, junto a otras recomendaciones, pretenden mantener el área en su estado original, asegurando que su belleza se conserva con el paso del tiempo. La playa de la laguna es de aguas muy tranquilas, como son en general las playas de la zona, y como es poco profunda, resulta perfecta para los niños. La playa cuenta con todos los servicios necesarios para pasar un buen día, como restaurantes, bares o alquiler de tumbonas y sombrillas.
Ölüdeniz significa literalmente mar muerto y, cuando el visitante llega a la playa, se da cuenta de lo acertado del nombre ya que las aguas de esta parte del Egeo suelen estar en una calma total. La playa de Ölüdeniz es bastante larga, con más de cinco kilómetros de longitud, y muy especial por el azul transparente del agua. Dadas sus grandes dimensiones, no se masifica a pesar de los muchos bañistas que acuden a disfrutar de ella. Hay que decir que el acceso a la playa es gratuito, aunque sí se alquilan, previo pago de una tarifa, tumbonas y sombrillas. También se pueden alquilar canoas para dar un paseo remando por el mar. Si se acude a esta playa en temporada alta, conviene no llegar demasiado tarde, ya que aunque la playa es lo suficientemente grande como para acoger a todos aquellos que acuden hasta allí, los accesos sí suelen atascarse. Lo mejor en esos casos es llegar a la playa a pie. Uno de los espectáculos más característicos cuando uno está tumbado en la arena es ver cómo aterrizan allí los aficionados al parapente, que vuelan desde el monte Babadağ, justo detrás de la playa.
Los apasionados del senderismo encontrarán en Ölüdeniz un interesante aliciente para visitar la ciudad, y es que allí se inicia la Ruta Licia, un sendero de largo recorrido, con más de 500 kilómetros de longitud, que atraviesa Turquía y llega hasta Hisarcandir, a unos 20 kilómetros de Antalya. Es tal su belleza y la particularidad de su recorrido que ha sido catalogado en múltiples ocasiones como uno de las rutas de senderismo más destacadas del mundo. Todo el camino se encuentra adecuadamente señalizado con marcas rojas y blancas. La Ruta Licia, que ha adoptado el nombre de una antigua civilización que dominó la zona, está clasificada como de nivel medio-duro, ya que tiene numerosas subidas y bajadas. Es más fácil en su primer tramo en las inmediaciones de Ölüdeniz, y se va complicando a medida que avanzan los kilómetros. Se recomienda hacer la ruta en primavera u otoño, cuando las temperaturas son agradables, ya que el verano es excesivamente caluroso para este tipo de actividad. La Ruta Licia no es un lugar indicado solamente para expertos senderistas. Es también una opción más que recomendable para todos aquellos visitantes que simplemente quieren dar un corto paseo y admirar el paisaje de la zona.
Pasar unos días en Ölüdeniz es todo un lujo para el cuerpo y la mente. Y, además de relajarse en sus paradisíacas playas, existen otras cosas que se pueden hacer, y otros lugares para visitar. Uno de ellos es el monte Babadağ, junto a la ciudad, en el que además de disfrutar del bello paisaje montañoso de la zona, es posible practicar actividades tan emocionantes como el parapente. De hecho, son muchos los turistas que deciden probar la experiencia. Además de disparar la adrenalina, es una estupenda manera de contemplar el paisaje impresionante tanto de la Laguna Azul, como de las montañas y valles cercanos. Así, y por sus excepcionales condiciones para la práctica de este deporte, Ölüdeniz se ha convertido en el paraíso para los amantes del parapente. En la ciudad existen numerosas empresas que ofrecen a los turistas la posibilidad de practicar parapente en el monte Babadağ. Al contrario de lo que pudiese parecer, no se requieren condiciones especiales para realizar esta actividad, y por lo general resulta bastante seguro. La montaña Babadağ tiene la altura perfecta y las corrientes térmicas propicias para que el vuelo se desarrolle sin problemas. Durante la temporada alta, de abril a noviembre, son muchas las empresas que organizan este tipo de actividades. Se encargan de los traslados en vehículo todoterreno, del material y los pilotos. El coste de un vuelo de 25 minutos como mínimo está aproximadamente en unos 83 euros.
Telmeso fue una ciudad portuaria que estuvo bajo el dominio de numerosos pueblos y civilizaciones de la Antigüedad, desde que en el siglo IV a. C. fuese conquistada por el imperio aqueménida. Hoy conserva algunos restos arqueológicos que bien merecen una visita, si uno está pasando unos días en Ölüdeniz. Volviendo al pasado histórico de Telmeso, la ciudad fue dominada por Alejandro Magno, licios, sátrapas, romanos, bizantinos y árabes, entre otros. En la actualidad el área arqueológica de Telmeso es conocida por sus tumbas excavadas en un acantilado rocoso, como la llamada Tumba de Amintas, que está datada en el siglo IV a.C. Destaca su fachada, que se inspira en la decoración de un templo jónico, ya que muchas de estas tumbas pretendían asemejarse a los templos helenísticos.
Aunque las guerras y los terremotos que se han producido en la zona han destruido la mayoría de los restos arqueológicos, las tumbas excavadas en la roca han sobrevivido al paso de los años y a estos acontecimientos.
En el año 1992, unas excavaciones descubrieron un teatro de finales del período helenístico. Las investigaciones indicaron que había sido restaurado por los romanos, utilizado entre los siglos III y IV, y después abandonado en el siglo VII cuando los árabes llegaron a la zona.
Este antiguo e histórico pueblo de pescadores y enclave comercial de la zona durante siglos, es hoy un centro turístico en toda regla, gracias a la belleza de la cercana Ölüdeniz, situada a unos 14 kilómetros de distancia. Fethiye, con su entramado de callejuelas, las tiendas del casco antiguo y el mercado que se celebra todos los martes (muy concurrido y frecuentado tanto por lugareños como por turistas), destila sabor turco por los cuatro costados. Es un lugar ajetreado y con una divertida vida nocturna. Para llegar hasta Fethiye desde Ölüdeniz se puede tomar el dolmus, el minibús público del lugar.
Una recomendable excursión desde Ölüdeniz lleva al visitante hasta Faralya y el Valle de las Mariposas, a unos 15 kilómetros al sur. Se trata de un cañón con acantilados que discurre junto a la costa, creando un paisaje realmente espectacular en el que hay más de 60 especies diferentes de mariposas, algunas realmente raras. Incluso se creó un pequeño museo que ofrece información sobre las mismas. El pequeño pueblo de Faralya también merece una visita, por sus preciosas casas y sus jardines orientados al valle. Este lugar es relativamente desconocido, ya que las visitas al mismo comenzaron hace no más de 20 años, siendo hasta entonces un paraje casi virgen. Para llegar hasta el valle desde Ölüdeniz se puede ir en barco o minibús.
No muy lejos de Ölüdeniz se encuentra la villa de Kaya, un pueblo antaño abandonado que está rodeado por un increíble paisaje natural. Después de pasear y explorar la zona, el visitante puede relajarse tomando un tentempié en alguno de los cafés y restaurantes del pueblo. Cuando en 1923 fue abandonado, Kaya tenía en torno a 25.000 habitantes. Hoy solamente se cuentan en 2.000 sus moradores. Entre las excursiones y actividades que pueden realizarse allí, destaca la visita a la aldea griega abandonada de Levessi, o las excursiones a caballo o en bicicleta por la zona.
Está a sólo 4 kilómetros de Ölüdeniz y, como éste último, es un centro turístico importante, con diversos hoteles y restaurantes. Su impresionante paisaje de montaña lo hace merecedor de una visita, sobre todo para aquellos que deseen pasear al aire libre. La Ruta Licia, que arranca en Ölüdeniz, pasa también por Ovacik y brinda el escenario perfecto para una excursión de senderismo. Uno de los rasgos característicos de Ovacik es que en el pueblo corre siempre una agradable brisa marina, lo que en los calurosos veranos se convierte en todo un aliciente.
¿Cómo llegar?
El aeropuerto más cercano para llegar a Ölüdeniz por aire es el de Dalaman, que se localiza a unos 35 minutos en coche.
El trayecto desde el aeropuerto hasta la ciudad es muy especial, ya que discurre entre montañas. Existe un servicio de autobuses que conecta Ölüdeniz con el aeropuerto, que funciona con eficacia y bastante frecuencia. Otra opción es coger un taxi, aunque no es la alternativa más económica (el trayecto puede costar unos 85 euros).
Llegar a Ölüdeniz en coche no reviste ninguna dificultad, ya que está conectada a Fethiye por una autovía moderna y en muy buen estado. Por lo que siempre es una opción alquilar un coche. En el aeropuerto hay muchas empresas de alquiler de vehículos. También se puede llegar desde Fethiye en dolmus o minibús, un medio de transporte rápido y muy práctico.
Debido a la orografía de la zona, no existe una red de ferrocarril que permita llegar a Ölüdeniz en tren. Las altas montañas, que superan los 2.000 metros de altitud en muchos lugares, lo impiden. De hecho, la estación de tren más cercana se encuentra en Burdur, a unas tres horas de distancia en coche.