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El sabor de la Ciudad Vieja
Si buscamos uno de los lugares más interesantes que visitar en Odessa, lo encontraremos en la propia ciudad vieja, en el casco antiguo, donde se refleja el pasado histórico y artístico que tuvo esta ciudad durante los tiempos del imperio ruso. El centro antiguo de Odessa está lleno de grandes avenidas y bulevares, parques y zonas verdes. La Ciudad Vieja esconde numerosos edificios interesantes, como la Casa de la Ópera, por ejemplo. Resulta muy interesante recorrer una de las calles principales de esta parte de la ciudad, repleta de actividad comercial y turística. También hay numerosos parques en los que merece la pena detenerse. La plaza Grecheskaya, las calles Gavannaya y Golgolya, o el bulevar Primorsky son algunos de los lugares que hay que incluir en nuestro recorrido.
Los interesantes museos de Odessa
Como gran ciudad cultural que es, Odessa ofrece al visitante una amplia selección de museos muy interesantes de todo tipo, algunos realmente importantes. Como el Museo de Arte Occidental y Oriental, quizá uno de los más destacados, ya que contiene pinturas de grandes artistas como Caravaggio. El Museo de Literatura o el Museo de Arqueología son también muy interesantes. Es fácil visitar ambos, ya que se encuentran uno al lado del otro. Si uno quiere conocer más sobre la tierra en que se asienta la ciudad debe acudir al palacio de Novikov donde está el Museo de la Región de Odessa, que data de 1956, y donde aprenderá la historia de la región desde la Edad Media hasta la época actual. Para los amantes del cine, nada mejor que visitar el Museo del Cine, que cuenta la relación de esta ciudad con el Séptimo Arte. De hecho, la ciudad fue el escenario de una de las más famosas escenas del cine, la de la película El Acorazado Potemkin, de Eisenstein.
Sus idílicas playas
Como la ciudad se enclava al borde del mar, cuenta con una gran zona de playa en la parte este que supone un importante reclamo turístico. Muchas de estas playas están situadas en la zona urbana de Odessa, mientras que otras están más alejadas. Sin embargo, todas resultan encantadoras y muy apetecibles durante la temporada de verano. La más cercana al centro urbano es la playa de Lanzheron, junto al parque Schevchenko, tranquila, bella y de fácil acceso; y también la playa de Otrada. Una playa nudista en Odessa es la de Ckalovski, que se ubica en un entorno natural y un poco rocoso. Pero, quizás, una de las playas más famosas es la de Arcadia donde se concentra la mayor parte de la oferta turística de ocio y diversión nocturna de la ciudad. En verano la playa de Arcadia se convierte en un hervidero de turistas con ganas de pasarlo bien.
La catedral de Odessa
Es la mayor iglesia de culto ortodoxo que hay en Odessa. Un edificio que data de finales del siglo XVIII, concretamente del año 1794, que se localiza en la llamada Plaza de la Catedral. A principios del siglo XIX llegó a ser una de las catedrales más importantes del imperio ruso, y fue ampliada en varias ocasiones durante este siglo. Se construyó un campanario entre los años 1825 y 1837. La catedral mostraba un espacio interior muy bello, decorado con mármol y delicadas policromías. Se consideraba uno de los edificios eclesiásticos más bellos del país. Tanto era así que sirvió de modelo para muchas iglesias de la época, como la Catedral de la Natividad de la cercana ciudad de Chisinau. Sin embargo, la catedral de Odessa fue destruida por los soviéticos en el año 1936. Posteriormente fue reconstruida a partir del año 1999 gracias a un costoso proyecto que le devolvió su antiguo esplendor. Hoy descansan allí los restos mortales del príncipe Mikhail Semyonovich Vorontsov y su esposa.
El faro de Vorontsov
Es uno de los faros más famosos del Mar Negro, localizado en el puerto de Odessa, y tiene una altura de más de 27 metros. Desde allí otea el horizonte y guía con su luz a los barcos que se acercan a la zona. Lleva el nombre del príncipe Vorontsov, que fue gobernador de la región. Se trata de un gran faro de hierro cuya gran linterna emite una potente señal luminosa que puede verse a una distancia de 22 kilómetros. El faro actual es el tercero que se ubica en el mismo lugar. El primero se levantó en 1863 y estuvo luciendo en este lugar hasta 1898. Después se desmontó y se trasladó a la península de Crimea. El segundo faro que existió fue destruido en la Segunda Guerra Mundial y reconstruido después del conflicto. El tercer faro, el actual, se encendió en el año 1955. Está conectado a tierra firme por una calzada de piedra y un embarcadero.
El templo de San Nicolás, en Kulevcha
Los alrededores de la ciudad de Odessa esconden lugares realmente sorprendentes, por lo que siempre es interesante disponer de algún tiempo para programar excursiones. Una de las más recomendables es la que nos lleva a conocer la iglesia de San Nicolás, en la pequeña ciudad de Kulevcha, a 79 km. de Odessa. A la figura de este santo se le han atribuido poderes curativos, por lo que la iglesia es un destacado lugar de peregrinación.
Escapada cultural a Chisinau
Un gran centro histórico y cultural al que merece la pena acercarse, a pesar de los 158 km. que lo separan de Odessa. Sin embargo, el viaje merece la pena. Allí podremos ver construcciones medievales y edificios tan importantes como la Catedral de la Natividad, construida tomando como modelo la catedral de Odessa. También hay que visitar la Casa Museo del gran escritor A.S. Pushkin, el teatro de la Ópera y el Ballet, y la Avenida de los Clásicos
Vilkovo, la ciudad de los canales
Otra ciudad histórica de Ucrania es Vilkovo, situada a unos 200 km. Está surcada por una red de canales, lo que le aporta un encanto especial. Vilkovo se fundó como ciudad en el año 1746. Una de las cosas interesantes que ver es el delta del Dunay, que aún se encuentra en pleno proceso de formación, por lo que la costa cambia constantemente y aparecen nuevas islas, penínsulas y bahías. Muy cerca de Vilkovo está la zona natural de Dunaiskiy, Reserva de la Biosfera.
El Parque Sophievskiy, un arboretum en Uman
Se localiza en la ciudad de Uman, a 269 km. de Odessa, y es uno de los parques más bellos del país, que fue establecido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Se trata de un lugar muy pintoresco que se extiende en una zona de 150 hectáreas y que es muy frecuentado cuando comienza el buen tiempo. Hay jardines de diferentes estilos, esculturas, grutas, lagos y cascadas que conforman un paisaje único, de gran belleza.
Redactor :
Marion Rouillot
