Visitas destacadas
Calle Mucuge y los barrios de Arraial
El centro de Arraial es la Plaza de la Iglesia. Sobra explicar el porqué del nombre: allí se encuentra Nuestra Señora del Socorro y es también uno de los principales núcleos turísticos de la ciudad. La Plaza de la Iglesia está llena de lugares de interés histórico y comercios en los que se vende artesanía, restaurantes y bares. Sin embargo, la calle Mucuge es por antonomasia la principal artería en lo que a concentración de atracciones para el visitante se refiere. Galerías de arte, bares, casas de comidas e infinidad de refinadas tiendas jalonan esta vía con un estilo único, lo que le ha valido el sobrenombre de “la calle más encantadora de Brasil”. Al final de la misma se llega a la playa de Mucuge y a Praia de Pitinga. Otras zonas muy populares son Bróduei y La Granja Camp, también conocida como Ferry Road, por estar en la ruta principal que conecta el centro de Arraial con Porto Seguro. En la Granja del Camp hay un gran número de hoteles, hostales, “cabañas” de playa, pisos y viviendas de lujo, así como un parque acuático que hace las delicias de los más pequeños.
La Iglesia de Nossa Senhora d'Ajuda
La historia de Arraial d´Ajuda comienza con la llegada de los conquistadores portuguesas a estas costas americanas a bordo de tres naves: Concepción, Salvador y Ajuda. Estos nombres dieron su apelativo a distintas ciudades del estado de Bahía y también a sus iglesias. Los soldados y marineros habían invocado a Nuestra Señora da Ajuda en la capilla de la playa de Restelo, en Lisboa, antes de partir para tierras americanas. En el mismo lugar en el que su imagen se había encontrado milagrosamente. Los barcos portugueses partieron bajo su protección y el mismo Sousa, Gobernador de Brasil y tripulante de una de las naves, había adquirido una delicada imagen de la virgen d´Ajuda de 30 cm de altura. En su honor los navegantes y los jesuitas fundaron el pueblo en el año 1550 y levantaron frente al océano que los trajo hasta allí y en la cima de una colina la iglesia del mismo nombre entre 1549 y 1551. Cuando tocaron tierra desde el otro lado del Atlántico se encontraron con una de las mayores bellezas de la zona, sus espléndidas playas. Porque todo el estado de Bahía cuenta con un rosario de playas paradisiacas. Algunas son muy adecuadas para practicar surf, otras se esconden en hermosas bahías llenas de arrecifes…
Playas para practicar surf, para nadar, para bucear…
De norte a sur destacan las siguientes: Araçaípe es una popular playa familiar que se puede visitar desde Porto Seguro y dispone de bellas posadas para poder pasar más de un día. D´Ajuda es la playa de la ciudad y tiene un área protegida. Mucugê, justo al sur de la ciudad, es excelente para practicar surf. Está llena de chiringuitos en los que bailar forró y lambada en el verano. Para llegar allí, hay que tomar la Rua da Praia, a las afueras del pueblo. Al sur también, junto a esta última, está la playa de Parracho, muy frecuentada por los amantes de windsurf y el kayaking y con servicio de alquiler de kayaks y de tablas. Siguiendo hacia Pitinga las fuerza de las olas rompen contra la costa,creando espectáculos fascinantes. La penúltima playa es Lagoa Azul, protegida por colinas de blanca arena y con fuerte oleaje. A Taipé, una playa de aguas transparentes y rodeada por dunas de arena, se llega caminando durante una hora desde Arraial. En marea baja es posible caminar desde aquí a Trancoso a lo largo de la playa y la aldea de Río da Barra. Un camino de tierra detrás de la playa sigue la misma ruta y el tráfico de coches y taxis permite volver en uno de estos transportes si no se quiere hacer el regreso también a pie.
Parque Nacional Pau Brasil
A poco más de 42 km de Arraial d´Ajuda se encuentra el Parque Nacional de Pau Brasil (NPPB). Se trata de una extensión de 18.934,30 hectáreas de selva tropical, muy cerca de la costa, con numerosos ejemplares del árbol que presta el nombre al parque y es su seña de identidad. Esta gran superficie natural es, además, uno de los mayores tesoros botánicos de América del Sur gracias a su gran biodiversidad, tanto vegetal como animal. Con un poco de suerte el turista puede ver de cerca y en su propio hábitat algunas de las especies en peligro de extinción que encuentran refugio y protección en el parque, o contemplar al popular macuco, ave cuyos huevos son de intenso color azul turquesa. O disfrutar de la gran variedad de orquídeas que da la zona, o refrescarse en el río Jacuba, un delicioso regalo en mitad del calor húmedo y pegajoso de la selva… Una visita al Parque Nacional Pau Brasil es el destino de todos aquellos que buscan el contacto directo con la naturaleza, que practican un turismo sostenible y ecológico: una joya que no hay que perderse.
Porto Seguro y Reserva Pataxó
Al sur del estado de Bahía se encuentra este enclave de sorprendentes playas y reservas naturales de Mata Atlántica, la selva tropical que cubre gran parte del país. Porto Seguro fue descubierta por los portugueses en el año 1500. Una réplica del barco de uno de colonizadores, Pedro Alvares Cabral, se puede ver todavía en la playa, al norte de la ciudad. El casco histórico está en lo alto de una colina y cerca de la estación de autobuses se concentran algunas de las primeras casas e iglesias que los portugueses levantaron en Brasil. Se debe recorrer despacio, disfrutando de las bellas muestras arquitectónicas que ofrece. A 9 kilómetros al norte de Porto Seguro se halla la Reserva Pataxó da Jaqueira, en la que aún viven los indígenas Pataxó. En una caminata guiada a través de la reserva se puede conocer de cerca a este pueblo y adentrarse en sus costumbres: sus rituales, su gastronomía, su forma de vida, en definitiva. Los Pataxó aceptan de buen grado esta curiosidad y brindan su hospitalidad con sus danzas rituales, o maquillando a los niños con los colores que ellos utilizan, además de poner a disposición de los visitantes sus objetos de artesanía así como guías de habla local. La reserva cierra los domingos.
Trancoso, destino de la jet set
En los últimos años esta aldea situada a 15 km de la ciudad de Arraial ha pasado de ser un punto olvidado en el mapa a convertirse en uno de los destinos de playa más chic de la costa de Bahía. Adorada por la jet-set brasileña e internacional, la playa de Trancoso combina una atmósfera relajada y el encanto del pequeño pueblecito pesquero con un fascinante ambiente “fashion”, lleno de maravillosas boutiques de diseño y restaurantes donde degustar la mejor cocina local, a la altura de los locales de Río de Janeiro o de Sao Paulo. Las “celebrities” vienen a Trancoso para dejarse ver, ese es el objetivo. Uno de los asiduos es el reputado fotógrafo de moda Mario Testino.
Espelho, una exótica playa
Si se conduce durante 50 minutos a lo largo de la carretera de Caraíva, se descubrirá uno de los lugares más impresionantes de la costa: Espelho, a decir de muchos la playa más bella de Brasil. Aguas turquesas protegidas en una bahía de arena y rocas blancas. Junto a ella se han construido hoteles con encanto y hay bares y restaurantes que ofrecen refrescantes zumos de frutas, mariscos, platos típicos de Bahía… en un ambiente tranquilo con un marco impresionante. Con la marea baja son muy recomendables los paseos a las cercanas playas de Setiquara, Knoll Beach o Jacumaa. También se puede hacer una excursión en barco hacia el río de los Frailes, Trancoso, Caraíva y Corumbau, con arrecifes de coral donde la práctica del buceo es un auténtico placer.
Caraíva, un pueblo de pescadores
Lo mejor de este pueblo de pescadores a 65 km al sur de Porto Seguro es su tranquilidad y su ritmo lento. Caraíva parece haberse detenido en el pasado. Solo hay electricidad durante las horas del día, el agua caliente se instaló hace apenas unos años (2008) y no hay coches en las calles. Pero a pesar de todo ello y de lo difícil del acceso sus playas han convertido este lugar perdido en uno de los enclaves más populares de la región.Se puede descubrir la zona caminando los 12 km de playas hasta el río que separa Caraíva de Corumbau.Otra opción es alquilar excursiones en barco hasta la playa de Caruípe, Espelho… o remontar el bello río Caraíva tierra adentro disfrutando de la selva en estado puro.
Parque Nacional de Monte Pascoal
Según los anales de la historia, el monte Pascoal, un pequeño cerro de menos de 600 metros de altura, fue la primera tierra firme avistada por la tripulación de Pedro Álvares Cabral cuando el 22 de abril de 1500 arribó a la costa brasileña del estado de Bahía. El desembarco se realizó durante la Pascua católica, de ahí que el lugar recibiera este nombre. Hoy el monte es parte del Parque Nacional de Monte Pascoal, con 22.500 hectáreas y 110 kilómetros de perímetro, y se halla en el municipio de Porto Seguro. La figura de protección (1961) se concedió para preservar la flora, la fauna y la vida salvaje. Hay un autobús que sale desde Itamaraju y también desde esta población numerosos taxis acercan al parque.
Redactor :
Marion Rouillot
