Visitas destacadas
Yacimiento Arqueológico de Mália
En el yacimiento arqueológico de Mália, de 7.000 metros cuadrados, se han encontrado vestigios de antiguos asentamientos neolíticos y una continuidad de asentamientos posteriores. Aún no están claros los motivos por los que las primeras construcciones fueron destruidas, pudo ser un terremoto o el resultado de alguna guerra. Los edificios más antiguos que se pueden ver a día de hoy se remontan al año 1450 a.C.
El yacimiento está organizado y se trata como una ciudad actual, en la que se ven distintos barrios y las funciones de los edificios. Entre todas estas divisiones y edificaciones, hay dos que destacan entre las demás: el palacio y el barrio Mu.
El palacio está construido en piedra y presenta irregularidades en las fachadas interna y externa debidas a las progresivas construcciones realizadas en función de las necesidades del momento. El palacio tiene una división clara entre la zona destinada a vivienda y la zona pública.
El barrio Mu es una zona residencial compuesta por viviendas y algunos edificios públicos, en algunos de ellos se han encontrado textos escritos en jeroglífico.
Horario: noviembre-mayo M-D 8:30-15:00; junio-octubre M-D 8:00-15:00
Precio: 4 euros.
Teléfono: +30 28970 31597
e-mail: protocol@kgepka.culture.gr
Página Web: http://odysseus.culture.gr/h/3/eh351.jsp?obj_id=2385
Las playas de Maliá
Maliá, y en general toda la isla de Creta, ofrece muchas y buenas playas para disfrutar del sol y del descanso por unos días. Claramente mediterráneas, las playas de Maliá se caracterizan por su arena fina y por la mansedumbre del agua, acrecentada al encontrarse en el punto medio de una bahía. Sabedores de la atracción turística que supone este buen ambiente costero, restaurantes, bares y todo tipo de servicios hacen que la vida en la playa sea mucho más agradable y no falte nunca nada.
La playa central es la más cercana a la ciudad, a solo 1 kilómetro del centro. Es una playa larga de arena blanca muy tranquila, tranquilidad que va en aumento según se avanza hacia el este.
Para los que viajen con niños, Sun Beach es la opción ideal ya que tiene instalaciones para los más pequeños y los servicios de muchos bares y restaurantes. Esta playa se encuentra a 2,5 kilómetros de Maliá.
Potamos es una playa muy tranquila en a la que acuden aquellos que huyen de la música alta y el bullicio. Esta playa ofrece sombrillas a los visitantes y una pequeña cantina sin mucho jaleo.
Paseo por el casco histórico
Las calles estrechas del casco histórico de Mália se convierten en un laberinto digno de recorrer. El simple hecho de caminar por el centro merece la pena, si además se tiene tiempo de visitar con calma algunos de sus edificios más importantes, el recorrido será inolvidable.
Uno de los edificios más importantes de Mália es la iglesia de Agios Nektarios. Una iglesia ortodoxa cuyos paneles interiores están decorados por Michael Vassilakis. Todos los paneles, que cubren cada centímetro de pared siguiendo la tradición ortodoxa, impresionan a cualquiera que accede a su interior, la enrome lámpara de cristal hace el resto. Muy cerca de Agios Nektarios se encuentra la iglesia Agios Ioannis, de estilo bizantino y aspecto completamente diferente ya que es un edificio sobrio, con paredes blancas y lisas sin mucha decoración.
La plaza de Agios Dimitrios es una de las más bellas de Maliá. En ella se encuentra la iglesia de Dimitrios, de finales del siglo XIX y también varias tabernas típicas, casas y un viejo quiosco de color crema de los que se crearon tras la Segunda Guerra Mundial para dar trabajo a los heridos de guerra.
Tranquilidad en el puerto Sisi
Sisi es una pequeña localidad situada a solo 8 kilómetros de Maliá, un tranquilo puerto que hace sentir al visitante que se encuentra a miles de kilómetros de las bulliciosas y abarrotadas ciudades cercanas.
El puerto es una maravilla natural, producto de la erosión del agua adentrándose en la roca. Finalmente un estrecho acceso que ha conseguido el mar y que, para el recién llegado, puede parecer el estuario de un río. A pesar de la tranquilidad del lugar, este puerto fue un lugar estratégico en la revolución de Creta. En el mismo lugar donde hoy atracan los barcos pesqueros y las mujeres limpian el pescado antes de venderlo, se descargaban armas para ayudar a los revolucionarios de Lassithi.
Las playas de Boufos y Avlaki son pequeñas y tranquilas, resguardadas del viento y de la gente, donde se puede nadar y disfrutar de la belleza del lugar, ya que se encuentran entre altos acantilados de roca y un hermoso jardín perteneciente a uno de los hoteles de Sisi.
La visita a Sisi debe finalizar en una de las tabernas en las que sirven buen vino y el pescado recién llegado del mar. Si se tienen dudas sobre el lugar a elegir, hay que recordar que donde comen los locales la comida siempre es buena.
Tradición en Mochos
A 11 kilómetros de Maliá se encuentra la localidad interior de Mochos. La ciudad se encuentra entre montañas, por lo que la primera visión que se tiene de ella, asentada en un valle y rodeada de montañas, es impresionante. Mochos se caracteriza por sus calles estrechas y casas tradicionales y por su interés en difundir la tradición de Creta. La ciudad aún conserva casas y algunos callejones del siglo XVI e iglesias con iconos bizantinos de gran importancia artística.
Consciente de tener un menor atractivo para algunos visitantes por no tener playas ni acceso al mar, Mochos juega su baza presentando a los visitantes la cultura y tradición de la región. Todos los miércoles entre junio y septiembre se puede disfrutar a partir de las 20:00 de un festival de cultura y bailes típicos de Creta, junto con comida tradicional y vino Raki que hará que los visitantes más curiosos no olviden nunca la experiencia.
En Mochos es muy habitual celebrar bodas los sábados por la noche. La fiesta es ruidosa y se alarga hasta las 5 o las 6 de la madrugada, merece la pena acercarse a ver una boda tradicional de primera mano.
Mirtos, en el sur de la isla
Mirtos es una localidad pintoresca situada en la costa sur de Creta, es un antiguo puerto pesquero que hoy en día se ha transformado en un ajetreado punto turístico durante el verano. Mirtos está llena de color, con las puertas y ventanas pintadas de azul que resaltan sobre las paredes blancas, los tomates rojos colgando de los árboles para que terminen de madurar, y los parques con flores de todos los colores, hacen de Mirtos una ciudad diferente.
Mirtos se encuentra a 78 kilómetros de Maliá, para llegar hay que tomar la carretera E75. El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 20 minutos.
Heraclión, la capital de Creta
Heraclión, la capital de Creta, se encuentra a solo 35 kilómetros de Maliá, por lo que toda estancia en la ciudad debe incluir una visita a la ciudad más importante de la isla, que mantiene mucho encanto a pesar de ser una ciudad más grande. Las murallas venecianas, de las que se conservan siete muros y cuatro puertas, y la fortaleza de Koules muestran la importancia de la defensa de una ciudad situada en un punto tan estratégico. Ambas construidas en el siglo XVI, son una visita indispensable para entender la naturaleza de Heraclión. El mercado, la loggia y la fuente Morosini completan la visita.
Desde Maliá se debe tomar la E75, el trayecto dura media hora aproximadamente.
Chaniá, una de las ciudades más bellas de Creta
Chaniá se encuentra en la costa noroeste de Creta, sobre el antiguo asentamiento de Kydonia. Chaniá ha sabido conservar su esencia a pesar de las grandes cantidades de turistas que recibe todos los años. Conserva sus cinco barrios antiguos y cada uno tiene su característica especial: Topanas, aristocrático y con edificios venecianos; Ovriaki, el barrio judío; Kastelli, donde se asentaba la antigua Kydonia; Splantza, el antiguo barrio turco con 9 de los 20 arcos que formaban los astilleros aún en pie; y Sandrivani, con la mezquita de Hassan Pasha y la plaza principal.
Desde Maliá hay que coger la carretera E75 y recorrer 172 kilómetros.
Sitia, el encanto de un puerto pesquero
Sitia guarda el encanto de los puertos pesqueros. Presenta sus casas blancas en la ladera de la montaña cayendo hacia el mar. Las playas de Sitia son grises, formadas por guijarros que ahuyentan a algunos turistas y atraen a otros. Sitia se caracteriza por sus paseos con sombra y los pequeños cafés y antiguas tabernas del puerto. Aún conserva su antigua fortaleza veneciana, Kazarma, y muestra su historia en el Museo Folklórico y en el Museo Arqueológico.
Para llegar a Sitia desde Maliá hay que coger la carretera E75 y recorrer 95 kilómetros. El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos.
Redactor :
Anne Chabot
