Visitas destacadas
Vaya de paseo por la historia en la ciudad vieja
La ciudad medieval más grande aún en pie en el norte de Europa, la ciudad vieja de Vilnius, o Senamiestis, ha sido bellamente restaurada y le mantendrá fascinado por horas. Más de 2000 edificios medievales, góticos, renacentistas, barrocos y neoclásicos se atiborran en 3.5 km cuadrados de imponentes calles, plazas y callejones. La bulliciosa calle de Pilies es el camino principal, con cafés en la terraza y vendedores que se suman al ambiente animado. Hay palacios, iglesias, museos e incluso un calabozo que explorar, o sólo disfrute de una rebanada de tarta de ciruela y una taza de café mientras mira el mundo pasar. Este Patrimonio de la humanidad de la UNESCO incluye también el cercano distrito de Uzupis. Menos acaudalado que el resto de la ciudad vieja, Uzupis alberga un variopinto grupo de artistas, bohemios y extravagantes, que han sostenido apasionadamente que Uzupis es una república independiente desde 1998. Nadie la ha reconocido como tal, excepto los residentes, pero eso no les ha impedido nombrar presidente, tener himno y bandera y celebrar su independencia no oficial con fiestas desenfrenadas el día de los inocentes en abril.
La gloria de la catedral de Vilnius
La catedral de Vilnius, en el corazón de la ciudad vieja justo a un costado de la Plaza de la catedral, es la más importante catedral católica de Lituania y el centro de la vida espiritual católica. Dedicada a los santos Stanislaus y Ladislaus, el grandioso edificio se erige en un lugar que se creía había sido un sitio pagano. La catedral fue anfitriona de las coronaciones de los grandes duques de Lituania y fue un animado centro de adoración hasta que los comunistas pusieron un alto a la religión y la volvieron una bodega. Una vez que Lituania volvió a ser independiente, se restauró el anterior papel de la catedral y se hicieron extensas reparaciones de 2006 a 2008. En la fachada con columnas paladinas, en su interior la catedral es un tesoro escondido de frescos de hoja de oro, exquisitas estatuas y la impresionante Sapiega Madonna, una pintura a la que se acreditan varios milagros. En las catacumbas, con un guía, admire el aislado campanario o disfrute de los ocasionales conciertos gratuitos. La catedral abre de 7am a 7pm, y la misa diaria es a las 5:30pm y a intervalos regulares los domingos.
El Museo de las víctimas del genocidio, un sombrío recordatorio de un trágico pasado
Descubra el oscuro pasado de Vilnius con una visita al Museo de las víctimas del genocidio, alojado en los antiguos cuarteles de la KGB, donde los ocupantes soviéticos encarcelaron, torturaron y asesinaron a civiles por 50 años. El museo, establecido en 1992, es un solemne monumento a todos los que murieron bajo el dominio soviético y dedicado a recopilar y preservar evidencia de este periodo. Para la década de los 1960, se habían ejecutado más de 1,000 personas en la prisión del sótano, que ahora ofrece una vista inquietante. La planta baja alberga una exposición acerca de la resistencia lituana y los legendarios Hermanos del bosque, y el primer piso se centra en la difícil situación de los lituanos deportados a Siberia, con desgarradores muestras de los hermosos objetos hechos a mano en los campos. También puede visitar la sala de espionaje para conocer las técnicas de propaganda soviética. El museo tiene bastantes indicaciones en inglés y hay varios libros en inglés en la tienda.
Dirección: Auku Gatve 2.
Página web: http://www.genocid.lt/muziejus/en/.
Entrada: 6 Lt.
Horario de apertura: miércoles a domingo de 10am a 5pm.
Ondee la bandera en el castillo de Gediminas
Erguida sobre los techos de terracota de la ciudad vieja, una torre roja y maciza enarbola la bandera lituana. Es todo lo que queda del alguna vez gran Castillo superior, una de las más importantes estructuras defensivas de Lituania, demolida bajo los rusos en 1795. La estructura original, hecha de madera en el siglo XIV y luego fortificada con piedra, marca el lugar donde el gran duque Gediminas fundó Vilnius. La torre en la colina que queda es famosa por el izamiento de la bandera en el Día de la bandera, una tradición que comenzó en 1919 y se recobró después de que se fueron los rusos en 1988, con 100,000 personas que veían y celebraban en la calles de abajo. Suba la colina o toma el teleférico para subir a la torre y visitar la plataforma del mirador con su vista espectacular de la ciudad vieja y el Monte de las tres cruces. Deambule por los escasos restos del Castillo superior en su camino, y entonces dé un vistazo a los modelos del Vilnius histórico y el complejo del castillo en el primer piso de la torre. Hay también viejas fotos, una colección de banderas y armamento en exhibición.
Dirección: Arsenalo Gatve 3.
Entrada: 5 Lt para adultos y 2 Lt para niños.
Más información en la página web: http://www.lnm.lt/en/index.php.
La Virgen bendita en la Puerta del amanecer
Del siglo XVI, la puerta del amanecer es la única de las nueves puertas originales a la ciudad todavía intacta y está ubicada en el punto más vulnerable de la muralla de la ciudad. Los merodeadores rusos que destruyeron la muralla en el siglo XVIII la dejaron en pie en honor al milagroso ícono de la virgen María que aloja, considerado uno de los íconos más sagrados del catolicismo polaco. La gran imagen negra y dorada fue tal vez un regalo a la ciudad del duque de Crimea Algirdas en 1363 y se le puede ver a través de la ventana de la capilla de la bendita virgen María al salir de la ciudad vieja. Este ícono atrae multitud de creyentes católicos y ortodoxos que llenan la iglesia de ofrendas votivas, en particular el 16 de noviembre, cuando se organiza un festival de ocho días en honor de Vilnius con oraciones en grupo, confesiones y misas. Los visitantes son bienvenidos, pero deben vestir con recato y tener en cuenta el valor especial y sagrado de esta capilla para los peregrinos que vienen aquí de todo el mundo.
El Monte de las cruces
A una hora por tren de Vilnius se encuentra la ciudad de Siauliai, donde puede abordar un autobús al espectacular Monte de las cruces, un sitio de peregrinación y resistencia, y un símbolo de resistencia pacífica del catolicismo lituano. Nadie está seguro de por qué la gente comenzó a traer cruces al monte, pero ahora aloja 100,000 de ellas, desde crucifijos gigantes hasta pequeños rosarios que tintinean como campanillas de viento contra la brisa, lo que hace la visita una experiencia poderosa y conmovedora.
Naturaleza silvestre en el Istmo de Curlandia
Con cerca de 100 km. de largo, el arenoso Istmo de Curlandia se extiende a lo largo de la costa báltica y conecta a Lituania con el aislado enclave ruso, Kaliningrado. Hogar de las dunas de arena más altas en Europa, alcanza una altura increíble de 60 metros, el istmo es un paraíso de aves migratorias y una popular escapada de fin de semana de la capital, en especial para ciclistas. Reconocido por su belleza y fragilidad por la UNESCO, la parte lituana también se ha designado Parque nacional. Hay trenes y autobuses que van a Klaipeda, de donde parte el transbordador.
La mágica Trakai
Entre colinas y bosques ondulantes, en una isla a mitad de un lago pintoresco, se halla el bellísimo castillo de Trakai. El imponente castillo y la ciudad vieja alrededor nos hablan del importante papel de Trakai en la nacionalidad lituana. El área es famosa por los Karaimes, un pueblo turco que ha vivido ahí desde el siglo XIV y preserva sus tradiciones y su deliciosa comida. Hay autobuses y trenes que recorren los 27 km. de Vilnius a Trakai varias veces al día.
El mundo estalinista del Parque Grutas
Tan controvertido como cautivante, este parque de esculturas alberga una amplia gama de monumentos comunistas que alguna vez se cernían sobre las masas oprimidas. Construido para semejar un campo de concentración siberiano con un cruce fronterizo soviético-polaco en la entrada, el parque ofrece sonoros cantos marciales soviéticos, comida rusa, vodka y un zoológico bastante inapropiado para niños. El parque se ubica a 8 km. al este de Druskininkai, alrededor de 130 km. de Vilnius.
Más información en: http://www.grutoparkas.lt.
Redactor :
Marion Rouillot
