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El Parque Nacional de Ichkeul
El lago Ichkeul se localiza al norte de Túnez, en las inmediaciones de la ciudad de Metline, y es uno de los enclaves turísticos de la zona. La zona se engloba en el Parque Nacional de Ichkeul, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1980. El lugar es un terreno de parada para miles de aves migratorias que se detienen allí cada año en su largo viaje. La zona es bellísima y tiene un gran valor ecológico, en espacial para los gansos, patos, flamencos y otras aves migratorias. Sin embargo, la construcción de embalses en los ríos que desembocan en el lago ha alterado el equilibrio de los humedales, por lo que el parque ha estado incluido en la lista de lugares Patrimonio Mundial en Peligro entre los años 1996 y 2006. El problema viene dado por el hecho de que las presas que se han construido han mermado la afluencia de agua dulce al lago, lo que ha provocado la desaparición de juncos y cañaverales y otras especies vegetales de agua dulce, y el surgimiento de especies de agua salada. La clave está en tomar medidas para reducir la salinidad de la zona y conservar el agua dulce.
En la provincia de Bizerta
Metline se localiza al norte de Túnez, en la provincia de Bizerta. La ciudad que lleva el mismo nombre, a 35 km. de Metline, es maravillosa. Un enclave natural de gran belleza con impresionantes playas y lagos que se comunican con el mar. Es el lugar perfecto para disfrutar del aire libre, de los largos paseos a pie o en bicicleta por un entorno único, de belleza impresionante. Bizerta se llamó en tiempos de los griegos Hippo Diarrhytus (esta última palabra significa “atravesado por las aguas”). Cuenta con un pequeño puerto pesquero de gran encanto. La ciudad es realmente bella, con muchos puntos de interés entre los que destacan las dos mezquitas: la primera muy sencilla con su minarete de forma octogonal, y la segunda, la mezquita de Rebaa, con su bella arquitectura y sus tonalidades verdes y blancas. La ciudad posee también dos fuertes en uno de los cuales, el de Sidi Henni, se alberga el Museo Oceanográfico donde pueden verse dos mapas históricos de la ciudad y un sinfín de fotografías antiguas. El otro fuerte de Bizerta es el fuerte español, construido por los turcos en el siglo XVI, a pesar de su nombre. Se localiza muy cerca del puerto pesquero, al norte de la ciudad, y en la actualidad funciona como teatro.
Ras Jebel y el cabo Zebib
Junto a Metline encontramos el pueblo de Ras Jebel, situado también en la costa, en la zona noreste de Túnez. Se trata de una población importante, con más de 25.500 habitantes, que pertenece al mismo distrito que abarca tanto la zona sur de Metline como la zona oeste. Ras Jebel fue un asentamiento fundado por los romanos entre los siglos III y IV d.C. Esta zona cercana a Metline fue un lugar de refugio para la gran cantidad de moros andaluces expulsados de España en el siglo XIV. De hecho, la arquitectura de sus edificios y calles hace gala de una marcada influencia andalusí. Los habitantes de Ras Jebel se han dedicado tradicionalmente a la agricultura que ha ido avanzando y especializándose en la zona con el paso del tiempo. En los últimos años se instaló en las inmediaciones de la ciudad una industria textil. Un poco más al norte de Ras Jebel, y también muy cerca de Metline, encontramos el Cabo Zebib, un promontorio frente al mar que dibuja una bella bahía entre este cabo y el Cabo Guardia. Aquí se localiza la bellísima playa de Skala. Al sureste del cabo Zebib, la costa dibuja altos acantilados frente a pequeñas y recoletas playas.
Menzel Jemil y la playa de Remel
La localidad costera de Menzel Jemil se localiza igualmente en las inmediaciones de Metline, concretamente en la costa este de la laguna de Bizerta. Está tan cerca de esta otra población, que se considera parte integrante de su área metropolitana. La población, según un censo del año 2004, era de 18.344 habitantes. Como curiosidad señalaremos que su nombre, Menzel Jemil, quiere decir en árabe “bello hotel”, lo que puede dar una idea del espíritu turístico de la localidad. Uno de los rincones estrella de esta parte de Túnez, es la playa Remel, que es de las más atractivas del país, y también una de las más frecuentadas por el turismo que llega a estas costas. Y es que el litoral tunecino se está convirtiendo, gracias a su belleza y al ambiente que se respira allí, en un atractivo destino turístico para el verano. Largas playas de arena fina pobladas con palmeras, naranjos y buganvillas que crecen como por arte de magia… Muy cerca de Menzel Jemil se localiza también el bosque Remel, un paraje natural digno de descubrir.
Menzel Bourguiba, un lugar paradisíaco
En el extremo norte del país hallamos esta localidad perteneciente a la provincia de Bizerta y muy cercana a Metline. Su nombre podría traducirse al árabe por “Casa de Bourguiba” en recuerdo del primer presidente que tuvo el país, Habib Bourguiba, en el año 1956. Anteriormente este enclave urbano había llevado el nombre de Ferryville, también por un ministro francés, Jules Ferry. La ciudad se localiza muy cerca del lago Ichkeul y también junto a la laguna de Bizerta. Durante el periodo en que Túnez fue colonia francesa, Menzel Bourguiba destacó como la cuna de la industria metalúrgica del país. De hecho, su astillero ha sido durante años la principal actividad económica de la ciudad, en especial entre 1970 y 1980, cuando se empleaba allí a la gran mayoría de los habitantes de la ciudad. En cuanto al entorno natural que la rodea, Menzel Bourguiba pertenece, como todos los lugares que están cerca de Metline, a un Túnez diferente, verde y frondoso. Un terreno rebosante de olivos, viñas, huertos y cultivos de hortalizas, y una costa repleta de playas de arena, algunas también rocosas, perfectas para disfrutar de unas vacaciones soñadas.
La ciudad de Sousse
A 140 kilómetros de la capital, Túnez, y a unos 200 kilómetros de Metline, encontramos la ciudad de Sousse, en el Golfo de Hammamet. Se trata de uno de los enclaves más turísticos del país, por lo que está equipada con una estupenda oferta hotelera, sobre todo en la zona del paseo marítimo de Port El Kantaoui. Además de sus playas maravillosas, sus zonas verdes pobladas de olivos y huertos, cuenta con el aliciente de poseer una bella ciudad vieja y una medina de gran interés histórico, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. Su benigno clima mediterráneo de inviernos suaves y cálidos, y veranos calurosos, contribuya a hacer de Sousse todo un paraíso para las vacaciones.
Túnez, capital del estado
No es sólo la capital del país. Es también una de sus ciudades más interesantes y bellas, por lo que merece la pena reservarse un tiempo para programar una excursión y visitar la ciudad, a 66 km. de Metline. Simplemente pasear por el zoco de la medina de Túnez es ya una experiencia única. Allí el visitante encuentra pequeñas tiendas llenas de sabor y donde se puede comprar casi de todo, así como lugares en los que probar las mejores viandas de la gastronomía local. Conviene prestar atención a la arquitectura, pues calles y plazas nos regalan a cada paso con bellos palacios, mezquitas y casas tradicionales muy auténticas.
Las ruinas de Cartago
A 15 kilómetros de Túnez y a 76 km. de Metline se localizan las famosas ruinas de Cartago, una ciudad fundada por los fenicios alrededor del año 825 a.C. Fue un enclave comercial en el sur del Mediterráneo. A pesar de la resistencia que los cartagineses presentaron a la invasión romana, que provocó que la ciudad fuese completamente destruida, al final los romanos reconstruyeron Cartago un siglo más tarde. Hoy se inscribe en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Cartago es en la actualidad una zona residencial donde viven muchos habitantes de clase alta de Túnez.
Sidi Bou Said, un pueblo blanco y azul
Este pequeño pueblo costero de Túnez, a 77 km. de Metline, es uno de los rincones más bellos del país, con sus casas encaladas en blanco y sus puertas y ventanas azules. Para visitarlo no se necesita mucho tiempo, ya que sus dimensiones son bastante reducidas. Sin embargo, sí merece la pena pasear por sus estrechas callejuelas sin prisa, subiendo hasta la parte más alta del pueblo, que se encuentra en lo alto de una colina, para admirar desde allí las vistas de la bahía. Una de las cosas que hay que ver es la Casa de la Familia, una antigua morada convertida en museo en la que el turista puede ver cómo era la vida cotidiana de cualquier tunecino del siglo XVIII.
