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Distritos y calles con personalidad única
La “ciudad vieja” de Safranbolu (conocida como Çarşi) se encuentra situada en un profundo barranco, a la sombra de las montañas. En este lugar están los monumentos y casas de época otomana que han hecho de Safranbolu un lugar de gran interés turístico y cultural. Mezquitas, puentes, fuentes monumentales y unas viviendas con una arquitectura muy peculiar otorgan su particular idiosincrasia a la ciudad. Esta parte de la urbe se divide en tres distritos: Kiranhöy, Bağlar (“los viñedos” o “los huertos”) y Çukur (“el agujero”); la villa se completa con la zona más nueva, situada en las afueras del casco histórico. El distrito de Kiranköy fue en sus orígenes un barrio no musulmán, muy parecido a las ciudades europeas de la época. El barrio de Çukur recibió tal nombre por estar situado en la zona más baja de la ciudad antigua; el mercado es el centro de la vida de la zona, encontrándose rodeado de todo tipo de talleres y comercios que le dan una vida muy especial. Estos dos barrios concentran las zonas más atractivas de Safranbolu, con sus calles estrechas y tortuosas y sus famosas casas con estructuras de madera. Por último, el barrio de Bağlar es el más aristocrático, con grandes casas independientes que gozan de bellos jardines.
La ciudad de las treinta mezquitas
Safranbolu tiene construidas en su territorio alrededor de 30 mezquitas, lo que da fe de la importancia de la ciudad a lo largo de los siglos. La más antigua es la Süleyman Pasha Camii (Eski Camii), construida en el siglo XIV, al igual que la Madrasa del mismo sultán (de la cual solo se conservan los cimientos). Siendo esta mezquita la más antigua y relevante, también merece la pena visitar otros dos templos religiosos antiguos: la Mezquita de Koprulu Mehmet Pasha y la de Izzet Mehmet Pasha. La Mezquita de Koprulu Mehmet Pashafue abierta a los fieles en 1661 y tiene forma cuadrangular. Llama la atención por su cúpula semiesférica y su peculiar arquitectura, que adapta la forma del templo a la de las viviendas que la rodean. Este bello edificio tiene un patio interior con fuente y reloj de sol. Por su parte, la Mezquita de Izzet Mehmet Pasha es algo posterior, habiendo sido construida a finales del siglo XVIII por el Gran Visir. En el patio hay una serie de escalones de piedra que bajan hasta el Cañón de Akçasu. En este templo destacan los ricos frescos que decoran el techo y el minarete.
Safranbolu monumental: historia en cada esquina
Safranbolu no solo presume de sus mezquitas: la ciudad delata su histórico pasado en forma de suntuosos palacios, baños turcos, fuentes monumentales. Impresionantes puentes y acueductos… Entre otros, podemos destacar el Caravansar Cinci Hoca Hani, del siglo XVII; los Baños Antiguos (siglo XIV) y los Baños Nuevos (siglo XVII); el Acueducto que se utilizaba para llevar el agua destinada a lavar el azafrán, edificado en el siglo XVII; y otros espectaculares edificios como el Caravansar Cinci Hani, que actualmente es un impresionante hotel. De hecho, muchas de las construcciones antiguas de Safranbolu han sido reconvertidas en lujosos hoteles donde los viajeros más privilegiados se pueden sentir como auténticos sultanes. La ciudad también conserva magníficos puentes, fuentes musicales llenas de encanto escondidas en muchas esquinas, un reloj histórico y preciosos jardines escondidos.
Las casas de la época otomana
Una de las características que han hecho célebre a esta ciudad es la peculiar arquitectura otomana de las casas situadas en la zona antigua. Son construcciones realizadas en los siglos XVIII-XIX con piedra y madera. En sus fachadas, las vigas de madera crean singulares y decorativos entramados que contrastan con los encalados y la mampostería. En la ciudad antigua o Çarşi, el viajero se descubrirá levantando sus ojos para ver las bellas casas históricas, muchas de las cuales se han restaurado conservando su atractivo histórico. Hay algunas que destacan especialmente, como Kaymakamlar Müze Evi (calle Hidirlik Yokushu Sokak), actualmente un museo que conserva todas las características internas y externas de las viviendas de época otomana. En su interior es posible admirar el decorativo techo de madera, bajo el cual maniquíes vestidos a la antigua usanza reproducen escenas cotidianas de época. Abre de 1:00 a 18:00 h y el precio de entrada es de TL3.
Por su parte, Kileciler Evi (calle Manifaturacilar Sokak) es una mansión construida en 1884 con partes añadidas en los años 50. El interior se ha renovado completamente y muestra también los dioramas con maniquíes, así como fotografías familiares. Una curiosidad: los noventa y nueve armarios simbolizan los 88 Nombres de Dios. Abre de 1:00 a 18:00 h y el precio de entrada es de TL2.
El Museo de Kent Tarihi, en el Antiguo Edificio del Gobierno
El Kent Tarihi Müzesi (calle Çesme Mahallesi Hükümet Sokak) está situado en el Eski Hükumet Konaği, también conocido como Antiguo Edificio del Gobierno. La construcción amarilla y blanca, de estilo neoclásico, contrasta en gran manera con las típicas casas otomanas de Safranbolu. En su interior hay una gran variedad de salas en las que se muestra la historia de la ciudad y de la región. Este lugar, con más de cien años a sus espaldas, está situado junto a la Torre del Reloj del siglo XVIII construida por el Gran Visir Izzet Mehmet Pasha. En Safranbolu se conoce al museo como “el castillo” y en él se conservan partes de la antigua prisión, con auténticas balas de cañón en algunos rincones. En cada planta del museo hay distintas exposiciones que muestran diferentes aspectos de la vida y la historia de la ciudad: artesanía y comercio, fotografías, artefactos para la manipulación de la madera y los metales, cocina y repostería… En la entrada se pueden ver documentos, mapas e imágenes de satélite que muestran la evolución del territorio, mientras que también hay espacios dedicados a la etnografía: la vida local y la cultura de la ciudad.
Horarios: de Abril a Octubre, de 9:00 a 19:00 h. De Noviembre a Marzo: de 9:00 a 17:00 h.
Precio de las entradas: TL3.
Tel.: +90 712 1314.
El Pueblo de Bulak, un lugar con encanto
Solo está a siete kilómetros de Safranbolu, pero llegar hasta el pueblo de Bulak no es tan fácil como parece… A menos que no nos importe caminar. Se trata de un precioso pueblo pintoresco y muy bien conservado que toma su nombre de la Cueva de Mencilis, conocida por los habitantes del lugar como “Bulak Mağarası” y de la que hablaremos a continuación. Para llegar a Bulak hay que tomar el autobús (dolmus) en dirección Karabuk y hacer un transbordo para coger otro bus hacia Bulak. El pueblo guarda un tesoro de casas antiguas, calles pavimentadas con piedras y un pequeño hamam que lo convierten en un lugar desconocido e inolvidable.
Cueva de Mencilis, una de las más grandes de Turquía
Bulak es más conocido por la Cueva de Mencilis, situada a 8 kilómetros del pueblo, que por su propia y sencilla belleza. Esta cavidad es una de las más grandes de Turquía: uno de sus niveles alcanza los 6.042 metros de longitud. La cueva se puede visitar, y tras superar la galería principal encontraremos un arroyo subterráneo, una cascada y dos lagos. Los bellos colores que la iluminación crea en el agua y las formaciones rocosas de la cueva la convierten en un lugar de visita imprescindible.
El Cañón de Düzce, belleza natural
La naturaleza ha sido generosa con los alrededores de Safranbolu. La ciudad está rodeada de magníficos cañones y gargantas perfectos para caminar y disfrutar de la naturaleza. Sin ir más lejos, a solo 9 kilómetros de la villa nos encontramos con la aldea de Düzce y con el área de protección de la naturaleza de Kozcağiz. En este lugar descubriremos un magnífico cañón de 860 metros de longitud y una altura máxima de 70 metros. Es una zona perfecta para el senderismo, la escalada y demás actividades al aire libre.
Amasra, un pueblo encantador en el Mar Negro
La costa turca del Mar Negro guarda celosamente joyas tan hermosas como Asmara. Para llegar a este lugar hay que montar en un autobús o minibús que tras dos horas de recorrido desde Safranbolu nos desembarcará en su centro. Asmara tiene un fantástico castillo y una calzada romana que merecen la pena ser visitado. También tiene playas, pero suelen estar atestadas de bañistas… La jornada quedará rematada con una comida a base de marisco en alguno de los restaurantes de la ciudad, que ofrecen vistas al Mar Negro.
Redactor :
Marion Rouillot
