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El Ágora a la luz por el terremoto
El Ágora antigua de Kos quedó al descubierto tras el terrible terremoto que azotó la isla en 1933. Está situada entre el puerto y la plaza Eleftherias, hasta aquí acudieron equipos italianos primero, y griegos después para estudiar e identificar estos restos arqueológicos que habían quedado al descubierto. No les fue difícil identificar una zona monumental formada por numeroso edificios públicos, santuarios y viviendas datados de entre finales del siglo IV y el III a.C., hasta el año 460 d.C., fecha en la que, otra vez un terremoto, destruyó estas edificaciones. Lo más destacable que se halló en los estudios realizados fue que en esta zona se erigieron entre otros, el templo de Hércules, la estoa del puerto, un barrio de viviendas, el ágora, un templo dedicado a Afrodita y el plátano de Hércules (un vástago del árbol bajo el cual Hipócrates daba sus clases). La mayor parte de los edificios públicos estaban construidos en mármol por lo que debió ser un lugar precioso. Actualmente sólo se pueden ver restos desplomados por el suelo, la mayoría, por efecto de los numerosos terremotos y sólo pinceladas pequeñas mantenidas en pie, como muestra del esplendor que una vez tuvieron.
Muralla medieval
Kos es una ciudad muy limpia, ordenada y práctica. En ella se puede llegar a prácticamente todos los sitios de interés caminando. No es nada difícil encontrar los lugares y los lugareños son gente amable que te indica sin problemas cómo llegar a cualquier sitio. Si llegas a Kos por mar, lo primero que vas a ver es la imponente muralla que rodea el puerto, el principal de la isla y donde llegan los grandes cruceros que realizan viajes por el mar Egeo. Por eso no es de extrañar que la muralla medieval y la fortaleza de Neratzia sea de lo primero que ven los visitantes al llegar a la isla. Estas edificaciones fueron construidas por los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan (o Caballeros de Rodas) a finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV. Su principal objetivo era proteger a los peregrinos de los ataques de piratas y turcos en su camino hacia Tierra Santa. Además, esta fortaleza era una de las que controlaba la ruta marítima entre Constantinopla y Alejandría. Actualmente rodea el puerto y está siempre llena de gente paseando, es agradable disfrutar del día caminando por el lugar y aprovechando para ver un montón de barcos preciosos amarrados en el puerto.
Templo de la salud: primer hospital de la historia
La ciudad de Kos y en general toda la isla, tiene muy presente la gran figura que aquí vivió y que dejó tan longevo legado como fue Hipócrates. Este hombre de familia acomodada fue el responsable de establecer unas bases en la ciencia de la medicina tal y como hoy la conocemos. De hecho, la separó de disciplinas con las que se mezclaba y a veces confundía como filosofía y religión. Hipócrates fundó una escuela y una corriente de “médicos modernos”. Cuando él falleció en el año 357 a.C ya había gran cantidad de personas que seguirían su obra. Y guiados por sus pasos se construyó a las afueras de la ciudad el Templo de Asclepios, dios de la salud, dedicado a este dios y al propio Hipócrates. Aquí se estableció el primer centro de curación con termas y escuela de medicina para formar futuros médicos. Se puede considerar el primer hospital de la historia y a él acudía gente de todo el Mediterráneo. Se le llamó Asklepión y hoy en día todavía se pueden visitar sus ruinas, además, las vistas desde lo alto de la colina son espectaculares. Dirección: Notio Aigaio, Grecia. Cómo llegar: a 3,5 kilómetros al suroeste de Kos.
El altar de Dionisio
Si nos dirigimos hacia el sureste del mercado nos encontraremos con el altar de Dionisio, que data del siglo II a.C y un templo dórico. El altar es un ejemplo de arquitectura Greel y el lugar donde se ofrecían los sacrificios se ha salvado. En el interior del altar había un escritorio y detrás un banco bajo. Partes de la estructura de mármol que había aquí antiguamente se pueden encontrar en otros lugares de la ciudad como en la entrada del Castillo de Neratzia. El templo que no tiene nombre, era de diseño dórico y pertenece al mismo siglo que el altar. Este templo, por su parte, tenía también un altar y una estatua con una base de mármol que mostraba a un monarca que estaba conectado a la divinidad de Attalides. Se trata de otro de los lugares de Kos a donde ir caminando y deleitarse entre las ruinas de un pasado muy lejano que todavía hoy podemos ver y tocar. Es, sin duda, una muestra más de la evolución de la sociedad, su arquitectura y su forma de vida.
Basílica de Limenos
Recorrer el centro de la ciudad de Kos es toda una experiencia para los sentidos. En toda la zona que rodea el puerto se engloban numerosos lugares antiguos que nos remontan a épocas pasadas. Desde las murallas, pasando por los templos de Afrodita, el Ágora y el templo de Hércules. Entre todas estas reliquias de la historia encontramos también la Basílica de Limeños que fue considerada, antes de ser Basílica la construcción hallada más antigua del lugar. Aquí se excavó una galería de 42 metros y hay partes que todavía hoy se pueden visitar. Al principio fue construida con estilo dórico, luego un incendio destruyó la galería y sucesivos terremotos acabaron con ella. Desde entonces, todas las culturas que por aquí pasaban construían encima o añadían sus señas de identidad a lo que aún quedaba. Más adelante, este área se adaptó para realizar el bautizo de los niños y se construyó pensando en las 3 partes importantes de la ceremonia que eran: el exorcismo, la confesión de la fe y la inspiración divina y mancha de aceite santo.
Aguas termales en los alrededores
Una vez que ya haya descubierto todos los secretos de la ciudad de Kos, ya haya paseado por esas calles llenas de historia, haya aprendido y disfrutado hasta la saciedad y crea que ha llegado el momento de algo más relajante no tendrá que desplazarse demasiado lejos porque cerca de la capital, a pocos kilómetros están Agios Fokás y Psiladi en cuyos alrededores se puede disfrutar de aguas termales beneficiosas para la salud. En las que están por los alrededores de Psiladi el agua sale a casi 100º y se va enfriando a medida que avanza por el manantial.
Kefalos
Situada en el extremo sur de la isla, a unos 43 kilómetros de la capital se encuentra la ciudad de Kefalos. Se trata de la siguiente ciudad más importante después de Kos y una de las más famosas gracias a su playa de arena blanca y aguas cristalinas. Además ofrece la típica estampa griega de casas blancas, bajitas, con estrechas calles dominadas por una antiguo molino que le ofrece al lugar un carácter acogedor y tranquilo. El pueblo es ideal para degustar la gastronomía griega y disfrutar de un día de playa pero si queremos más, cerca está el Monasterio de San Nicolás al que podemos realizar una visita.
Isla Nisyros
Esta isla de forma redondeada es una de las más pequeñas de las isla del Dodecaneso. Se encuentra a una hora de Kardamena, en la isla de Kos. La principal atracción es la visita del volcán que se encuentra imponente, en el centro, como presidiendo la isla. Pero no sólo el volcán, la isla es muy rica en belleza natural y tiene una gran historia cultura. Mandraki es su puerto principal y está formado por un montón de casitas blancas entre callejuelas. También podemos encontrar aquí la iglesia de Pangia Spiliani y observar las vistas que ofrece porque no tienen comparación. En general, el ambiente tranquilo, la visita al volcán y las vistas harán de la visita algo para recordar.
Excursiones en bicicleta de montaña
Una buena forma de disfrutar de la isla, su naturaleza y el espectáculo de las vistas que ofrece desde los puntos más altos de la misma, es hacerlo en bicicleta de montaña. De esta forma además de recorrer tramos al aire libre, hacemos ejercicio. En la isla de Kos hay rutas preparadas para todos los niveles de los usuarios, desde los que están en mejor forma hasta los que se lanzan a la aventura de probar si es lo que les gusta. Todas las rutas están muy bien señalizadas y las sencillas tienen poco ascenso para facilitar la marcha. Las carreteras asfaltadas son sólo para las rutas de los que ya tienen experiencia porque puede resultar más peligroso.
Redactor :
Anne Chabot
