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Vigilando a los piratas
Imeroviglion es un alojamiento muy solicitado por los visitantes de Santorini por diversos motivos, uno de ellos es su cercanía a la capital (Fira, a 2 km), mientras que es mucho más tranquilo que la bulliciosa ciudad. Además, es un pueblo realmente bonito, con sus blancas casas de azules tejados, muy típicas de esta zona del Mediterráneo. Recorrerlo es una delicia: un laberinto de pequeñas casas, un caos urbanístico que a esta pequeña escala resulta mágico. Existen numerosos alojamientos con sus terrazas colgadas sobre el mar en los que uno no puede dejar de disfrutar de las vistas. Y en la zona más interior del pueblecito hay un buen número de tabernas y restaurantes que no defraudan a los viajeros. Las vistas al volcán son excelentes, de las mejores de toda la Isla, y también destaca la panorámica al mar, por algo fue lugar de vigilancia de piratas. No se olviden de contemplar la puesta de sol, por algo se considera un lugar especialmente recomendado para románticos. Y si quiere disfrutar de eventos culturales (conferencias, conciertos, teatro...) , se organizan en el Museo y centro Cultural Megaron Gyzi, en Fira, donde también se exponen mapas antiguos, grabados, fotos antiguas y hasta hay una biblioteca con ediciones raras.
El origen: ruinas de Akrotiri
Las ruinas de Akrotiri, en el sur de la isla, es uno de los yacimientos arqueológicos prehistóricos más importantes del Mediterráneo, ya que en él se han encontrado restos de la Edad de Bronce. Se trata de una ciudad antigua subterránea que quedó enterrada tras la erupción del volcán de Santorini. Su buen estado de conservación se debe a la ceniza volcánica solidificada que la cubría, por lo que es conocida como la “Pompeya Minoica”. El yacimiento fue descubierto en 1866 y sólo en 1967 se empezaron a hacer excavaciones gracias a las cuales aumentaron los conocimientos sobre la civilización minoica. Ocupa unas 20 hectáreas, y en él se han encontrado ruinas muy bien conservadas como edificios sofisticados de varias plantas con preciosos frescos. De momento sólo se han desenterrado 40 edificios, una ínfima parte de lo que era la ciudad. Sorprende el elaborado sistema de desagüe de los edificios, y los muebles y utensilios importados que demuestran que fue una civilización floreciente con una importante actividad comercial. Además de las casas, hay santuarios en los cuales había recipientes de cerámica o piedra, jarras, copas, mesas de ofrendas… Se encontraron bellísimos frescos como “El joven pescador” o “El festival marítimo”, pero tendrán que visitarlos en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Las visitas cuestan 6€.
Caminando por la ... Atlántida
A muchos griegos les gusta creer que Santorini es lo que queda de la Atlántida. No se les puede quitar la razón, porque lo cierto es que el Archipiélago Santorini es totalmente diferente al resto de las Islas Cicladas, o a cualquier isla del Mar Egeo debido a su particular configuración geológica. En la Isla tuvo lugar una de las mayores erupciones volcánicas de la prehistoria reciente, unos 3.000 años antes de Cristo. La apocalíptica erupción dejó una enorme caldera inundada hoy día de agua y según diversas teorías pudo causar la desaparición de la civilización Minoica de Creta, a 100 kilómetros al sur, debido al maremoto. El archipiélago que queda tiene forma de media luna (isla de Thera) y enfrente está la segunda isla de mayor tamaño, Therasia. La laguna central tiene unos 12 km de longitud y 7 km de anchura, las aguas tienen 400 metros de profundidad, lo que permite la navegación de buques de mucho calado. Merece la pena recordar estos datos geográficos porque uno de los alicientes de Santorini, archipiélago que acoge a Imeroviglion, es que todo esto es visible desde muchos lugares y resulta muy emocionante reconocerlo. Para alimentar el mito de la Atlántida, sus habitantes recuerdan las inmersiones de Jacques Cousteau al sur de Akrotiri en busca de ciudades perdidas.
La encantadora Fira
Fira o Thira, capital de Santorini, se encuentra en el lado oeste de la isla y a 10 km del puerto principal, Athinios. Cuenta con una población de unos 1.600 habitantes y se encuentra asentada en el borde de un acantilado a 260 metros de altura. Es una ciudad alargada de norte a sur. Se trata de un típico pueblo de las islas Cicladas con sus encantadoras casas blancas con puertas y ventanas azules sobre pequeñas calles empedradas. Muchos de sus edificios se construyeron en los tiempos de la invasión veneciana, como iglesias con cúpula azul y terrazas que bañadas por el sol lucen espléndidas.
Al ser un magnífico destino turístico, durante la temporada alta, en verano, sus calles están conquistadas por los viajeros. Sino le gusta el gentío, aproveche otra época del año. En pleno verano disfrutará del ambiente festivo con sus calles céntricas llenas de joyerías, tiendas, y cómo no, restaurantes, tabernas y locales nocturnos. De cualquier forma, saliendo del centro, siempre hay lugares para relajarse y pasear. Al sur discurre junto al acantilado la calle «Agíou Miná» que termina en la Iglesia «Agíos Minás» del siglo XVIII, símbolo de Santorini. En la Plaza Mayor concurren todas las carreteras que van a los distintos pueblos y ahí está la terminal de autobuses.
Muy cerca: museos, iglesias, restos arqueológicos...
Quienes buscan conocer mejor la cultura griega tienen una visita obligada al Museo Arqueológico en el yacimiento de Akrotiri, la antigua Fira. A un paso de Imeroviglion, el museo alberga esculturas, cerámicas, estatuas, jarrones pequeños, etc. Es muy interesante, pero lo mejor se expone en el Museo Prehistórico, que se encuentra en Fira y muestra los restos de los tiempos prehistóricos como cerámica, estatuas de mármol, los frescos minoicos de Akrotiri, herramientas y armas. El Museo del Folklore de Santorini se encuentra en Kontohori, un barrio de Fira. Está ubicado en una casa cueva típica de 1861 e incluye una bodega subterránea con prensa de vino, talleres de oficios tradicionales, una galería y una pequeña capilla. La Catedral Metropolitana Ortodoxa, en la parte inferior de la ciudad, cuenta con un patio y un campanario muy llamativos. Las curvas de los arcos se reflejan en el diseño de la cúpula. Data del siglo XIX, pero fue reconstruida después del terremoto de 1956, así que es bastante moderna. De hecho, tiene un bonito mosaico en el exterior de la catedral de 1975. Y además, echen un vistazo a la Catedral Católica en la que destaca la torre del reloj adornada de manera espectacular y el Convento Dominicano, en cuyo interior hay una iglesia que luce la maravillosa arquitectura tradicional de Santorini.
Pisando lava negra
No deje de visitar el volcán y los manantiales calientes, en los que podrá darse un baño. A diario hay barcos desde el puerto de Fira. Este volcán se compone actualmente de las islas Palea Kameni y Nea Kameni de lava negra. Palea Kameni tiene unos 2000 años, mientras que Nea Kameni no sobrepasa los 500 años. Ambas son, geográficamente, los más jóvenes islotes del Mediterráneo Oriental. Se puede caminar por las paredes de lava del volcán y contemplar el cráter y diversas grietas de las que emana vapor de azufre. Además, desde la caldera se pueden ver las aldeas situadas en los altos acantilados, un espectáculo impresionante durante la puesta de sol.
Oia, la puesta de sol más fotografiada
Recuerde que se pronuncia “ia”, sino, no le entenderán cuando pregunte por este lugar. Nadie duda que es el pueblo más fotografiado de Santorini, seguro que ha visto muchas fotos y algún spot publicitario. Es uno de los destinos más solicitados. El rito de la puesta de sol es conocido en el mundo entero, porque incluso los habitantes de la isla siguen desplazándose para contemplar este maravilloso espectáculo. Oia es un pueblo pequeño con callejuelas estrechas y casitas encaladas de blanco. Hay tiendas de artesanía muy bohemias, y rincones y esquinas con encanto. Visiten también sus ermitas, iglesias y el Museo Marítimo. Descansen después en las coquetas cafeterías y terrazas con vistas.
Playas y deporte en el agua
Mientras que el oeste de Santorini le regala unas vistas magníficas, el este ofrece las playas propias de una geografía volcánica. La más famosa es la Playa Roja, pero las más populares son Perissa, Kamari y Perivolos. La más cercana a Imeroviglion es Vourvoulos, pero suele soplar mucho viento y si busca un ambiente familiar vaya a bañarse a Monolitos. Todas ellas (alrededor de 10) están cerca si se mueve en coche o en scooter. Se recomienda el coche ya que las veteranas carreteras de la isla son incómodas. Si sabe bucear encontrará sitios para disfrutar de los fondos marinos y si prefiere emociones menos fuertes acérquese al Parque Acuático de Perissa.
Los pueblos de Santorini
Santorini, aunque de pequeño tamaño tiene preciosos y pintorescos pueblos que merece la pena visitar. Además de su capital, Fira, destacan la mencionada Oia con sus archiconocidas puestas de sol. Firostefani, junto con Imerovigli destacan por la belleza de sus alojamientos y por sus hoteles que parecen estar colgados sobre los escarpados acantilados (oeste de la isla). Karterados, junto a Thira, es un estupendo lugar para encontrar alojamiento económico y no por ello peor situado. No podemos dejar de visitar el pueblo más elevado de la isla por sus estupendas panorámicas, hablamos de Pyrgos. Y para aprovechar sus playas, y disfrutar de su ambiente y sus tabernas debemos acercarnos hasta Kamari y de Perissa.
Redactor :
Marion Rouillot
